Es que debí haberme dado cuenta.
Las señales estaban ahí.
Yo tan ciego, viendo todo.
Tu tan lista, lo ocultabas.
Frente a mi tu cara,
Frente a ti, tu misma.
Las palabras que volaban,
Las sonrías que te dabas.
Tu hermosa,
Yo con ganas.
De quererte, de aferrarme.
A la vida, a las olas.
Esas que sin darme cuenta
Viven revolcándose en la arena.
Como tú en la cama,
En todas.
En la tuya, en la mía.
En todas las demás.
“La ventura de la vida,
Me regaló esta dicha,
De no aferrarme a la cama
Si no a mí misma” dijiste un día.
No me sorprendí,
Bien tonto si lo hacía,
Bueno, más tonto la verdad.
Cuando eso lo veía.
Sí, eso sí lo veía.
Te quería, lo sabía
Tu también y no querías
“Yo me voy, Susana.
Yo me voy, no vengas.
O vente, pero en mí”.
Le dije un día y sonrió.
Lo siento, no soy romántico.
No habrá flores, ni regalos
Ni sorpresas de cumpleaños.
No habrá perro, no habrá gato.
Pero sí donde bañarnos.
Habrá bañera con espuma,
Habrá vecina toca puerta.
Habrá gritos de locura.
Porque la envidia no la deja.
Frente a mi tu cara,
Frente a tí tu misma.
Las palabras que volaban,
Las sonrías que te dabas.
Tu hermosa,
Yo con ganas.
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